Drúadan es el nombre con el que este misterioso pueblo es nombrado en la mayoría de los escritos, pero éste no era su verdadero nombre, sino el que se les dio en Sindarin.
Es posible que los Drúadan fueran los primeros de entre los Hombres que cruzaran el Anduin en la Primera Edad. Provenían de tierras situadas al sur de Mordor y se asentaron, al principio, en los valles de las Montañas Blancas. Algunos de ellos vivieron en los Bosques de Brethil, sin embargo, gran parte de ellos se quedaron en la zona cercana a las Ered Nimrais.
Los Drúadan eran bajos, de espaldas anchas y fuertes y tenían piernas pesadas; sus rostros también eran anchos, con grandes bocas y narices chatas y ojos hundidos y muy negros. Eran barbilampiños, a excepción de unos pocos pelos que formaban un mechón en la barbilla con apariencia de musgo. Sus voces eran guturales y muy profundas, pero su risa era un regalo: vibrante y contagiosa, transmitía alegría a cuantos la oían. Sin embargo, eran feroces en combate y odiaban a los Orcos (a quienes llamaban gorgûn), además de ser excelentes rastreadores. Según contaban los Rohirrim, los Drúadan eran expertos en el uso de venenos, pero según su propia ley, no podían utilizarlos contra criaturas vivas, con una sola excepción: los Orcos.
Los Drúadan eran bajos, de espaldas anchas y fuertes y tenían piernas pesadas; sus rostros también eran anchos, con grandes bocas y narices chatas y ojos hundidos y muy negros. Eran barbilampiños, a excepción de unos pocos pelos que formaban un mechón en la barbilla con apariencia de musgo. Sus voces eran guturales y muy profundas, pero su risa era un regalo: vibrante y contagiosa, transmitía alegría a cuantos la oían. Sin embargo, eran feroces en combate y odiaban a los Orcos (a quienes llamaban gorgûn), además de ser excelentes rastreadores. Según contaban los Rohirrim, los Drúadan eran expertos en el uso de venenos, pero según su propia ley, no podían utilizarlos contra criaturas vivas, con una sola excepción: los Orcos.
Algunas historias de la Primera Edad nos cuentan que los Drúadan eran capaces de permanecer absolutamente quietos durante días enteros, con lo cual una de sus grandes facetas era la mimetización con el entorno para cazar o guerrear, y que tenían grandes dotes adivinatorias, mágicas y curativas, tal y como se recoge, por ejemplo, en el cuento titulado "La piedra fiel" y que podemos encontrar en Los Cuentos Inconclusos. En este cuento se nos habla también de la gran maestría que demostraban los Drúadan en la talla de estatuas, de madera y piedra. Por otro lado, su lenguaje escrito era muy básico, con unos rudimentarios símbolos para marcar rastros o servir de advertencia.
Al término de la Primera Edad, algunos de los Drúadan que vivían con los Haladim marcharon con éstos a Númenor. Allí crecieron en número, pero en los tiempos de Tar-Aldarion, los Drúadan comenzaron a sentir una gran inquietud, previendo que algo malo se aproximaba. A partir de ese momento, comenzaron a embarcarse y marcharon de vuelta a la Tierra Media, pues según ellos mismos decían: "ya no sentían segura la Gran Isla bajo sus pies".
Durante la Tercera Edad no tenemos muchas referencias sobre los Drúadan. Sin embargo, los Rohirrim, por ejemplo, dudaban de su humanidad, llegando a perseguirlos y acosarlos. Durante la Guerra del Anillo, después de las Batallas de los Vados del Isen, los restos del ejército de Saruman que huyeron hacia el sur fueros atacados por grupos de Hombres Salvajes que salieron de las cuevas en las que vivían en Drúwaith Iaur. Además, Ghân-buri-Ghân ayudó a Theoden, guiando al ejército de los Rohirrim por caminos secretos, lo que fue fundamental para el desenlace de la Batalla de los Campos de Pelennor y la salvación de Minas Tirith. A cambio de esta ayuda, los Drúadan sólo pidieron una cosa: que les dejasen vivir en paz en sus bosques. Este deseo les fue concedido por el Rey Elessar tras la derrota de Sauron.
Como armas de guerra solían usar una cerbatana que empapaban con los venenos de raíces de extraños árboles y tubérculos, o de la piel de ranas de maravillosos colores o serpientes. Además también eran expertos lanzadores de lanzas, pudiendo acertar a un wargo o mejor a un orco, a larguísima distancia, sin que éste tuviese tiempo de ponerse a cubierto.
COLORES UTILIZADOS
Citadel Games Workshop
Negro Caos
Gris Códex
Gris Piedra
Blanco Calavera
Kommando Khaki
Hueso Deslucido
Amarillo Dorado
Verde Goblin
Foundations Paints
Charandon Granite
Adeptus Battlegrey
Astronomican Grey
Calthan Brown
Tausept Ochre
Iyanden Darksun
Vallejo. Model Color
Marrón Rojizo
Marrón Mate
Vallejo. Game Color
Marrón Quemado
Rojo Sanguina
Otros
Piedra pequeña
Trozo de raiz o rama
Cerdas de cepillo
Cesped Electrostático
PROCESO DE PINTADO
PASO 1. LIMPIEZA E IMPRIMACION
Siempre se empieza limpiando las miniaturas, primero con el cúter y una lima se eliminan todas las rebabas, líneas de molde, etc, y cuando la mini ya está preparada se pasa al grifo; Lo mejor es usar un poco de jabón y un cepillo de dientes viejo, y a frotar.
Una vez seco llega el momento de imprimar las miniaturas. Yo he usado el spray de Negro Caos, que me da un acabado muy satinado y una capa base excelente para el agarre posterior de los colores.
En este caso en concreto las miniaturas iban a ir colocadas en una peana de movimiento de La Guerra del Anillo, por lo que la imprimación se hizo sobre la propia peana, colocando todos los elementos que iban a ir sobre ella en su sitio y las miniaturas en los suyos.
PASO 2. ZONA ROCOSA
Para organizar el trabajo se ha dividido el grupo en tres zonas, una la zona rocosa, que comprende la roca y las tres miniaturas que se mimetizan con la misma. Un segundo grupo es la zona arbórea, formada por el tronco de árbol y los tres woses mimetizados con él, y por último la zona de pasto, formada por las dos miniaturas que se esconden entre el trigo.
Para la primera zona, la rocosa, se ha escogido una roca de forma rectangular y grueso no muy grande de forma que quepa en lo que son dos peanas. Se ha partido la roca de forma que la unión quede lo más disimulada posible y no impida en ningún momento la jugabilidad, dentro de lo que cabe, ya que semejante peana sirve espectacularmente para La Guerra del Anillo, pero dificulta el juego si es para el Juego de Escaramuzas.
Para el pintado se comienza por dar unos brochazos con un marrón oscuro, como puede ser el Marrón Quemado, sobre los que daremos otros con Marrón Rojizo. Luego más brochazos con Verde Ángeles Oscuros, todas estas capas no van con sentido, sino simplemente para crear un fondo diverso en tonalidades sobre el que pintar los grises de la piedra. Por supuesto los woses ya van manchados como la piedra.
A continuación llega el momento del pintado con los colores propios de una roca, es decir, la gama de grises.
En primer lugar usaremos el Charandon Granite para dar una capa bastante extensa sobre toda la superficie, pero sin aplicarnos demasiado. A continuación otra de Adeptus Battlegrey también cubriendo bastante. La tercera capa es ya un pincel seco, aunque bastante cargado, con Gris Códex, y seguiremos con otro pincel seco, con menos cantidad y más fino al ser aplicado, de Gris Piedra. Para acabar un pincel seco con poquísima carga de Astronomican Grey y solo en las zonas de más luz una pizca de Blanco Calavera, también en forma de pincel seco.
Ya tenemos la piedra y los woses pintados, colocamos en su sitio dentro de la peana de movimiento para comprobar.
PASO 3. ZONA ARBÓREA
El siguiente elemento a pintar, con sus correspondientes woses, es la zona del tronco de árbol. Una vez encontrado una pieza adecuada, en este caso conseguí un trozo de raíz con forma de árbol en miniatura sobre la que podía colocar a Ghân-buri-Ghân perfectamente, me dispuse a pintarlo todo.
En primer lugar una capa de fondo con un color chillón que luego apenas si se va a distinguir, un Rojo Sanguina. Sobre esta capa que será bastante uniforme, aplicaremos otra con Marrón Quemado, también que cubra casi todo. La siguiente será de una mezcla al 50% de Marrón Rojizo y Marrón Mate, que se aplicará en zonas de luz. Seguiremos creando luces mediante la adición a la anterior mezcla de Calthan Brown, y luego añadiendo a todo una proporcion del 50% con respecto a lo que ya hay de Tausept Ochre, para acabar con una de Iyanden Darksun añadido a todo lo que llevamos y por último una con Kommando Khaki y Hueso Deslucido, también añadidos al grueso de pintura anterior, consiguiendo así unas marcas que simulen las luces sobre troncos y cuerpo de los woses.
Antes de continuar volvemos a colocar todo en su sitio sobre la peana de movimiento para ver cómo vamos.
PASO 4. ZONA DE PASTOS
Los dos woses que quedan decidí colocarlos y por consiguiente pintarlos, como si estuviesen escondidos entre altos pastos de trigo, así que busqué con qué simular el trigo y finalmente con las cerdas de un cepillo viejo encontré la solución. Corté las cerdas a una longitud de un centímetro para que pareciese trigo unté unos dos milímetros de uno de los bordes con pegamento rápido y lo sumergí en arena fina de modelismo, formándose una especie de porra en esa parte, que al luego pintarse podría simular perfectamente los granos de trigo. Las cerdas hubo que colocarlas una a una sobre masilla para que quedasen verticales o casi.
Para el pintado solamente usé dos colores, primero di a todo una capa de Iyanden Darksun mezclado al 50% con Amarillo Dorado, obteniendo una coloración que me gustó, y luego encima una aguada de Verde Goblin con poca cantidad de color, para crear vetitas verdes.
Además añadí unas finas hebras que encontré por casa que simulan pasto verde, para que no quedase todo tan amarillo.
Y vuelta comenzar, volvemos a presentarlo todo para ver cómo va quedando, ya apenas si queda el suelo de las peanas.
Espero que os haya gustado y que intentéis vuestras peanas escénicas de movimiento.
karavatis.
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