Sharkû es uno de los grandes jefes de jinetes de wargo. No usaba más que huesos y pieles en su armadura, a diferencia de otros que llevaban varias capas de pellejo podrido, piel, pelo e incluso mallas. Él era un viejo y temerario orco, lo cual simbolizaba esa somera protección. Se envolvía con pieles putrefactas que hacían en gran medida que su wargo, al que llamaba Thorm, le identificase por el olor como algo propio de su manada
Los hombres llamaban wargos a los lobos gigantes que deambulaban por Rhovanion y los baldíos de las Montañas Nubladas, a pesar de lo cual el origen del nombre está en los terroríficos hombres-lobo que asolaban la Tierra Media. Espíritus malignos que sólo aparecían con la oscuridad, alimentándose de cualquier desdichada forma de vida que se cruzase con ellos. Es posible que su origen estuviera en Mordor, siendo el resultado del cruce de dos animales para conseguir un ser monstruoso.
Además de ser bestias monstruosas eran unos depredadores bastante inteligentes, pudiendo llegar incluso a tener lengua propia y entendiendo algunas palabras orcas. Según los esqueletos hallados en Moria podían medir entre 1,50 y 1,80 metros de altura, teniendo una longitud de hasta 4,5. Su peso nunca estaba por debajo de los 180 kilos.
Según los tapices de Rohan en los que aparecen los wargos tienen una cabeza parecida a la de los osos, con el hocico largo y lleno de grandes colmillos y un cuello largo y prensil. Sus ojos, pequeños, estaban situados a los lados, con las orejas en la parte trasera de la cabeza para facilitar la capacidad sensorial y mantener protegidos los sentidos. Su piel era gruesa a excepción de una especie de collar tras la cabeza. Sobre su coloración hay muchas fuentes que apuntan a una gran variedad, desde franjas, manchas, etc, a tonos anaranajados, rojizos, blancos y marrones.
No se sabe cómo se aliaron con los orcos, que obtenían de ellos una temible y magnífica caballería, siendo un misterio el beneficio de los wargos, que quizás fueran ligeramente domesticados.
Sauron los usó en el Sitio de Gondor. Aparecieron grandes bestias montadas por capitanes orcos que cabalgaban junto a las apretadas filas del ejército orco, y que se dedicaron a dar órdenes a las tropas.
Esos jinetes que se convirtieron en compañeros inseparables de los wargos eran los orcos más menudos, usaban una tosca silla de montar hecha de piel, y solían llevar cimitarras y cuchillos toscos. Raramente usaban escudo pues estaban demasiado atareados con el control del wargo y su arma. Esas cimitarras no eran más que toscos cuchillos de un solo filo y que carecían de empuñadura, siendo esta un agujero practicado en la hoja de unos 75 centímetros de longitud.
La primera intención ha sido darle un nuevo aspecto sobre todo al wargo de Sharkû. Para hacerlo en un principio sólo se pensó en el wargo, pero luego hubo que trabajar también con su mini montada en wargo, por lo que se alargó la cosa y hubo que tirar de cuatro miniaturas originales en vez de dos.
Partimos de cuatro miniaturas, las cuales son Sharkû en wargo, de metal, y la más complicada de trabajar, por supuesto, dos wargos de plástico, uno con la boca abierta y el otro no, y un jinete de wargo también de plástico.
Lo primero fue cortarle la pata que tiene encogida y en el aire al wargo con la boca cerrada, y la delantera apoyada al de la boca abierta, a fin de cambiárselas la una por la otra, así le daría una pose más dinámica aún al wargo que nos interesa más, el de la boca abierta, más amenazante que el otro.
Una vez cortadas las patas se procedió al anclaje de la misma en el nuevo wargo, para ello un clip cortado, un agujero con el taladro manual y un poco de pegamento. La idea era colocarle las dos patas delanteras encogidas para simular un salto. Una vez seco el pegamento con un poco de masilla se rellenan los huecos, y aprovechamos para sellar el cuello y el lomo.
Con el wargo sobrante, el que ha perdido la pata encogida, se ha hecho una conversión de wargo, se le cortó la cabeza y se le recolocó en otro posición.
Además, para poder utilizar los wargos con o sin montura, se han usado unos pequeños imanes.
Los imanes son circulares, con un diámetro de dos milímetros y un ancho de uno. Se alojan justo bajo la “joroba” del wargo, para lo cual se practica un agujero en la misma con esas medidas aproximadas mediante un punzón para marcar la circunferencia primero, y un cúter luego para hacer la hendidura. Luego con pegamento se dispone el imán en su posición. Igualmente se hace con los jinetes de wargo, haciéndoles bajo la silla de montar el mismo agujero y colocándoles también un imán.
Bien, ya tenemos el wargo y el jinete con sus imanes y casan perfectamente. Lo siguiente es hacer una peana adecuada para el salto del wargo. Para ello tiramos de corteza de árbol y una ramita, que colocadas adecuadamente dan un buen aspecto a la misma.
El siguiente paso es colocar el wargo en la posición deseada, para lo cual hacemos otro orificio en la pata de apoyo del wargo y la corteza. Con un clip cortado hacemos un nuevo anclaje y fijamos con pegamento.
Antes de comenzar con el pintado de la miniatura ponemos un poco de arena de modelismo en la peana con cola aguada.
Y ahora vamos con Sharkû. El trabajo más complicado es el de cortar a Sharkû de su wargo de metal, para lo cual mucha paciencia y una sierpecita, aunque también valdrían el taladro y un cúter. Una vez separados hay que limar el borde inferior de Sharkû y hacerle dos taladros. Por otro lado se ha cortado por la cintura un jinete de wargo cuyas piernas nos servirán para las de Sharkû que se han quedado con el wargo metálico. Además es más fácil hacer el agujero para el imán en el plástico que en el metal. Antes de pintar se unen ambas partes y se fijan de nuevo con pegamento.
Y ya están ambas figuras preparadas para la imprimación y el pintado.
Games Workshop
Negro Caos
Carne Oscura
Piel Morena
Piel de Alimaña
Hueso Deslucido
Kommando Khaki
Gris Códex
Gris Piedra
Blanco Calavera
Malla de Acero
Plata
Foundations Paints
Calthan Brown
Tallarn Flesh
Khemri Brown
Vallejo. Model Color
Carne Mate
Marrón Mate
Marrón Rojizo
Marrón Chocolate
Marrón Cuero Oscuro
Vallejo. Game Color
Marrón Carbonizado
Piel de Enano
Tintas Citadel
Devlan Mud
Gryphonne Seppia
Badab Black
Mechrite Red
PROCESO DE PINTADO
PASO 1. LIMPIEZA E IMPRIMACION
Como siempre hay que empezar por preparar las miniaturas para el pintado, y en esta ocasión más aún ya que de manipularla hemos podido dejar, con toda seguridad, nuestra aceitosa huella en el plástico, sobre todo en el plástico. Así que con un pincel un pelín de jabón y agua a repasar toda la mini.
Tras esto con Negro Caos una capa de imprimación sobre la que luego ir dando los colores finales. En mi caso uso un pincel para darla, pero también se puede dar, mucho más rápido, con spray, eso sí, el sitio ventilado, por favor, y con cartones o periódicos para no manchar nada.
PASO 2. EL WARGO
En fin, primero una capa bastante generosa en cuanto a cubrir con Marrón Carbonizado, que es el más oscuro que encontré, dada por todo el wargo a excepción de la cabeza y las patas. Tras esa capa comencé con la aplicación del resto de marrones en forma de pincel seco, aplicando los colores más claros en las zonas más prominentes, y usando los colores más oscuros en las zonas más ocultas, además de jugando con los tonos rojizos para darle mayor gama de viveza. Se han usado Marrón Mate, Marrón Rojizo, Marrón Chocolate, Marrón Cuero Oscuro, Carne Mate, Carne Oscura, Piel Morena, Piel de Alimaña, Hueso Deslucido, Kommando Khaki, Calthan Brown, Tallarn Flesh y Khemri Brown.
Una vez conseguido más o menos el aspecto que se quiere se pueden dar unos lavados con las tintas Devlan Mud, Gryphonne Seppia y Badab Black en distintas zonas para oscurecer un poco.
Las cabezas y patas del wargo se pintaron con Gris Códex y luego se iluminaron con Gris Piedra.
Para las fauces tras repintar con negro caos todo se dio una primera capa con Hueso deslucido a los dientes, luego un poco de Blanco Calavera en los filos. Con Mechrite Red y Blanco Calavera se hizo un rosado para las encías de los lobos, que luego se aclaró para dar un poco de luz con una pizca más del Blanco Calavera. La lengua se pintó sólo con Mechrite Red, y luego se oscureció un poco con Marrón Carbonizado para dar sombra y se aclaró con la mezcla rosada anterior para las luces.
Antes de acabar un lavado de tinta con Gryphonne Seppia para dar aspecto de sucio a las fauces del wargo.
Los ojos se repintaron con negro antes de pintar con la punta del pincel un punto de Mechrite Red.
Y el wargo está preparado para la acción, a falta de la peana, claro.
PASO 3. SHARKÛ
Para pintar a Sharkû comenzamos con la aplicación de una capa de Piel de Enano en todo lo que es piel, sin olvidarnos de las piernas y del culo. Luego iluminamos con un poco de Carne Mate mezclada con la anterior Piel de Enano, añadiendo cada vez más Carne Mate hasta llegar a un color claro.
Con Gris Códex se da un pincel seco por la espalda para iluminar un poco las pieles con las que se cubre, claro que antes se ha dado una capita de Kommando Khaki a las colas que lleva encima; si bien podrían haberse usado también marrones, pero ya iba a ser demasiado marrón la miniatura. En las partes más prominentes se usó Gris Piedra.
Las botas y alguna correa se pintó con Marrón Carbonizado como base y se iluminó con otro marrón de los anteriormente mencionados.
La boca se pintó a imagen y semejanza que la del wargo: Hueso deslucido, Blanco Calavera y luego un lavado con Gryphonne Seppia. Los ojos un punto de Hueso Deslucido.
Y la cimitarra que usa como arma pues con Malla de Acero, se oscurece con
Badab Black, y luego se perfila con Plata.
Antes de acabar se dieron unos lavados con Badab Black, Gryphonne Seppia y Devlad Mud a toda la piel de Sharku para oscurecerla.
Hay que decir que a la vez que se pintaba este Sharkû se pintaba otro a pie, para utilizar los mismos colores y tener la miniatura preparada por si en el fragor de la batalla es descabalgado poder seguir usando a Sharkû.
4. LA PEANA
Bueno, la peana debía resaltar, ya que es uno de los elementos diferenciadores de esta miniatura o grupo de miniaturas.
Tras la imprimación en Negro Caos se pintó con Gris Códex la corteza, para darle apariencia de roca. Luego con un pincel seco más fino se dio otra capa de Gris Piedra y por último, a modo de luces máximas en las aristas otro pincel seco con Blanco Calavera.
La base se pintó un poco con varios marrones, dejando el fondo en negro, de todas formas con la espuma y el césped apenas iban a verse.
El tronco recibió varias capas de distintos marrones hasta conseguir un acabado que gustara, iluminando con marrones más claros y añadiendo Hueso Deslucido a las mezclas.
Para darle color a la peana se añadió un poco de esponja de modelismo en la unión del tronco con la peana, y luego césped artificial de dos tonalidades en la peana.
Y para acabar se colocó una florecilla entre la esponja, como para dar un toque de atención a la miniatura.