viernes, 31 de enero de 2025

TRASFONDO DE LOS TRASGOS

Sigo escribiendo trasfondos para mis compañías, esta es la de este enero, la de los Trasgos. 


La Ciudad Bajo la Montaña es un infierno subterráneo, donde la oscuridad lo envuelve todo. Un laberinto de túneles excavados en la roca que acaban en un mar de pasarelas de madera que cuelgan a través de las paredes de la cueva, algunas crujientes, otras roídas por el tiempo y la humedad. El aire es denso, viciado por el hedor nauseabundo de excrementos de trasgos, ratas, murciélagos y cadáveres olvidados que se unen a la poca ventilación que hay con el exterior. Restos de carne, huesos rotos y pedazos de criaturas caídas forman montículos grotescos que ya forman parte de las pasarelas. La mugre se acumula en cada rincón, mientras el ruido de murmullos y gritos lejanos forma una sinfonía perturbadora.

La luz es débil, apenas suficiente para revelar lo que ocurre en la penumbra. Fogatas y antorchas titilan aquí y allá, creando sombras inquietantes que danzan sobre las paredes de roca. La única luz significativa proviene de la gran rueda de madera que cuelga sobre el trono del rey. Enorme y retorcida, gira lentamente sobre una polea gigantesca, iluminando el espacio con un resplandor rojo y amarillento. Nadie recuerda cómo la colgaron ahí, ni de dónde la sacaron los trasgos, pero es responsable de la poca luz que hay dentro. Aunque incluso su luz es traicionera, pues no alcanza a disipar las sombras profundas que se cernían en las esquinas de la ciudad.

Un alboroto comienza a filtrarse desde las profundidades de la ciudad. Un grupo de trasgos irrumpe en el centro de la caverna principal, sus voces y chillidos llenan de nerviosismo y miedo la antesala del trono, el lugar donde comienza la pasarela real que lleva a los aposentos del Rey. Llevan consigo a uno de los suyos, un trasgo ensangrentado, cuyas ropas están empapadas en una sangre negra y viscosa, sangre de trasgo. El cuerpo parece estar medio desecho, con heridas profundas y un rictus de horror aún en el rostro. La multitud murmura, algunos con asco, otros con curiosidad.

—¡Alto! —grita Grinnah, con una mano levantada. Conocido por su astucia y su mano dura, Grinnah se ha ganado el respeto de los clanes trasgos. Se adelanta, separando a la multitud con su voz grave y feroz. Su mirada, penetrante y feroz, escanea al grupo que trae al trasgo herido. Con un solo gesto, los hace callar y les indica que se callen y se acerquen

Desde su lugar de observación, en la sombra de las grandes columnas de madera que sostienen la pasarela central, el Escriba está en su silla, colgado de poleas, su cuerpo pequeño y menudo balanceándose suavemente en el aire. Su cara, de rasgos enfermizos, está iluminada por la tenue luz de las antorchas que se reflejan en su pluma blanca, con la que escribe sin cesar en un rollo de pergamino. Sus ojos saltones observan todo con una atención malsana, como si disfrutara de cada doloroso momento. El Escriba, un trasgo diminuto de apariencia infantil, tiene los dientes podridos y un mechón escaso de cabello que apenas cubre su cabeza. Aunque su tamaño y su fragilidad lo hacen parecer inofensivo, su presencia es siempre inquietante. Nunca deja de anotar, siempre buscando el registro de cada crimen y sentencia, y luego escupe toda esa información al Rey cuando éste la necesita.

De pronto, el Rey aparece como una sombra monstruosa, avanzando con paso pesado por las pasarelas de madera que crujen bajo su peso. Aunque tiene un cuerpo fabulosamente grande, es más ágil de lo que pudiera parecer. La multitud se aparta con miedo, dejando un camino despejado, aunque algunos trasgos caen al suelo, apurados por esquivarlo. Los trasgos que se arrodillan a su paso se encargan de recoger con manos temblorosas los excrementos que dejan atrás, limpiando la suciedad como si fuera su obligación, como si su existencia misma dependiera de ello. La visión es repulsiva, y el aire se vuelve aún más irrespirable al paso de la bestia.

El Rey avanza, su figura gigantesca y oscura se acerca hacia Grinnah mientras los trasgos se apartan sin atreverse a alzar la vista. Saben lo que significa no rendirse ante el poder absoluto del rey.

El murmullo de los trasgos crece a medida que el rey se acerca desde su trono, algunos murmurando entre dientes, otros vacilando, como si temieran hablar en voz alta. El murmullo crece por momentos, pero entonces el Rey da un solo paso al frente, y en un movimiento tan rápido como letal, agarra un trasgo por la cintura como si fuese de algodón, lo levanta en vilo y lo zarandea. La cueva se ha quedado en silencio una vez más y el desgraciado ni siquiera es capaz de gritar, sabe de su suerte. Con un gesto brutal, lo lanza por el borde de la pasarela, a la oscuridad infinita del vacío. El cuerpo del trasgo cae, gritando ahora, hasta perderse en la oscuridad del fondo.


2025 TRASGOS 023


De nuevo el silencio absoluto se extiende por la ciudad, los murmullos cesan, y la mirada del rey, fría como el hielo, recorre a todos los presentes. Ningún trasgo se atreve a mover un músculo.

La multitud, ahora en completo silencio, se arrodilla ante él, conscientes de que en su mirada reside tanto la sentencia de muerte como la justicia más temible.

Vuelve a su trono suspendido, construido con tablas viejas y torcidas, un reflejo del reinado que sostiene con mano de hierro. Sobre él, la rueda gigante gira lentamente, iluminando la caverna con su luz cálida y roja, pero también creando una sombra ominosa sobre los presentes.

Grinnah se inclina, señalando al trasgo ensangrentado con un gesto casi imperceptible.

—Gran Rey, este trasgo ha cometido un asesinato. Ha matado a otro, dejando su cadáver tirado en la ciudad. Todos los testigos lo han señalado, pero nosotros venimos a que se juzgue su destino —dice, su voz grave y directa. El miedo en su tono es palpable, pues sabe que el juicio del Rey no es algo que se tome a la ligera.

El trasgo herido, cuyo rostro está marcado por el terror, intenta balbucear algo, pero las palabras se le ahogan en la garganta. Está tan débil que apenas puede mantenerse de pie.

El Rey levanta una mano, señalando al Escriba, que inmediatamente deja de escribir, acciona una palanca y sus siervos mueven la plataforma y engranajes para acercarlo. Con agilidad, comienza a tomar notas de cada palabra y acción, su mirada fija en cada movimiento, como si el juicio en sí mismo fuera una transacción en su mente.

—¿Por qué lo mataste? —pregunta el Rey, su voz profunda y cortante, resonando en el aire. La luz de la rueda ilumina su rostro, mostrándolo imponente y despiadado. Sus ojos brillan como el fuego, reflejando una maldad insondable.

El asesino levanta la cabeza, su voz débil pero llena de miedo.

—Él… él me robó… Me robó mi comida…—sus palabras son casi ininteligibles, pero el miedo que se refleja en sus ojos es claro. Nadie cree en su versión.

El Rey lo observa durante un largo momento, sopesando la situación. Un murciélago vuela cerca, y el trasgo alza la vista, tenso, como si temiera ser devorado en cualquier momento. La ciudad está llena de estas criaturas, siempre al acecho, y su presencia es uno de los mayores temores de los trasgos.

Con un gesto, el rey hace que Grinnah lo acerque aún más, y luego, mirando al Escriba, habla con calma.

—El crimen ha sido cometido. El asesinato es claro. No hay justificación para este acto.

Hace una pausa, y la sala se queda en un tenso silencio, como si todos pudieran sentir el peso de la sentencia. Finalmente, señala hacia los oscuros pasajes de la ciudad.

—Llevadlo al Pozo de las Sombras, que la oscuridad le devore lentamente, como hizo él con su víctima.

Los murmullos cesan. Algunos trasgos se inclinan en respeto, otros fruncen el ceño, pero todos saben que el juicio es firme y justo. En La Ciudad Bajo la Montaña, la muerte y el castigo son tan parte del ciclo natural como las sombras y la oscuridad.

Y, como siempre, el Escriba no deja de anotar ni un solo detalle.



miércoles, 29 de enero de 2025

LA COMPAÑÍA DE ENERO LISTA

Al final he desistido de pintar el tercero de los Reyes Trasgos, he pensado que me vendrá bien para una futura nueva compañía de Trasgos, seguramente para el febrero que está a punto de comenzar, así que la compañía será la que ya os había mostrado, con ocho Trasgos y los dos Reyes Trasgos de GW...


2025 TRASGOS 021


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lunes, 27 de enero de 2025

SU MAJESTAD LANZANDO A UN DESDICHADO

He conseguido acabar mi segundo Rey Trasgo de la compañía, el que salió como edición especial en resina Failcast, la mierda esa que lo único que hizo fue desesperarnos a todos, llena de errores que hay que limar, uniones imposibles... en fin.

Lo que más satisfecho me ha dejado es la peana, en la que he colocado unos cuantos trasgos para que sean pisoteados por el Rey, fiel reflejo de la realeza, en en pasado, en el presente, en la realidad, en la ficción... 

Bueno, os dejo la mini, si acaso haré algún retoque en la piel de los de abajo.ç


2025 REY TRASGOS 014


domingo, 26 de enero de 2025

PREPARANDO AL SEGUNDO REY DE LOS TRASGOS

Después de hacer las fotos al Rey de los Trasgos se me ha venido a la mente el segundo, y he pensado que ya que está lanzando a un trasgo por los aires, no quedaría nada mal si estuviese pisoteando a otros... así que he cogido la cajita de los trasgos y me he puesto a investigar, hasta que he montado esta composición, que creo que puede quedar muy chula... Ah, y de camino he comenzado a hacer las fotos con la vieja cámara automática, creo que quedan mejor que con la reflex... 


2025 REY TRASGOS 013


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Aquí El Rey de los Trasgos primero en las nuevas fotos, ahora se ven más transiciones en el color de la piel, por ejemplo.


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sábado, 25 de enero de 2025

NUEVO REY DE LOS TRASGOS

Hoy he aprovechado para acabar el primero de los tres Reyes de los Trasgos que tenía previsto pintar en enero para El Desafío, porque aunque ya tengo pintados los ocho trasgos, quiero acompañarlos de estas tres versiones del jefe.


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martes, 21 de enero de 2025

UNA BANDEJA MÁS DE TRASGOS PARA EL EJÉRCITO DE LOS TRASGOS

Pues eso, una bandejita más.

Creo que voy a sacarle partido, porque a la liga de Mordor Este en Sevilla voy a ir con Trasgos, y al torneo de las Hispania también, a ver si voy aprendiéndome las reglas para ser un poco competitivo... 


TRASGOS 19



lunes, 20 de enero de 2025

NUEVA COMPAÑÍA DE TRASGOS

Por ahora la parte de la compañía de este primer mes de 2025 está lista, son los ocho Trasgos, eso sí, como ya he comentado, quiero acentuar luces y sombras para dar más contraste  y que las fotos no se vean tan planas, cuando lo haga subo actualización. 


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domingo, 19 de enero de 2025

EL OTRO CUARTETO TRASGO

Ayer pinté un poco y hoy he rematado el resto de la compañía, la verdad es que me daba pereza ponerme, pero luego ha salido todo bien y mira, listos.

Eso sí, en las fotos no salen nada bien, salen muy planos en las pieles, no se ve contraste, cuando en mano tienen bastante mas detalles. Creo que voy a repintar un poco más, dar más luces para que se vea más el contraste, porque no me gusta el resultado de las fotos.


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2025 TRASGOS 014


jueves, 16 de enero de 2025

LA BANDA DEL PUB HARNY AL COMPLETO

Ya tengo la banda al completo, y aunque parezca mentira, ya estoy buscando más minis para aumentarla... si es que no puede ser.

En el juego de Punkapocalyptic son la Banda de la Ostra Azul, pero yo las he ambientado en Sevilla, siendo la Banda del tristemente famoso Pub Arny... 


PUNKA 0347. PANDILLEROS. LA BANDA DEL PUB HARNY

 

miércoles, 15 de enero de 2025

Y PAM

Al final me he puesto y he acabado con la Banda del Pub HArny, faltaba una de las primas, Pam, así que nada, como estaba ya imprimada y la carne pintada, solo faltaban los rojos y luego grises, además de ponerle el pelo, y la he acabado.  


PUNKA 0344. PAM


Ah, y una foto con Gladys Storba, la tía, y otra con las cuatro primitas juntas, no tienen peligro ni ná...


PUNKA 0345. PANDILLERAS. LAS PRIMAS


PUNKA 0346. PANDILLERAS. GLADYS Y LAS PRIMAS


martes, 14 de enero de 2025

lunes, 13 de enero de 2025

EMMA

Nueva prima de Lord Homoeróticus que llega la Páramo, ha aprovechado para visitarlo en Navidades, y parece que con la intención de quedarse bajo el hombro de Gladys Storba. 


PUNKA 0341. EMMA


domingo, 12 de enero de 2025

LA MITAD LISTA

Cuatro Trasgos listos, o casi listos, porque luego me pongo a retocar algunas cosas, la piel se ve muy plana en las fotos, en mano se ven más matices, pero bueno...


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sábado, 11 de enero de 2025

PRIMER TRASGO CASI LISTO

Suelo pintar los trasgos en grupos de cuatro más o menos, pero esta vez, como no he imprimado quería avanzar uno hasta el final para ver si merecía la pena, y bueno, he acabado o casi acabado este, y la verdad es que el resultado podría estar mejor, pero me conformo a falta de algún detallito que dar.


2025 TRASGOS 005



viernes, 10 de enero de 2025

CAPAS BASE EN LOS TRASGOS Y PEANAS

Cuando me puse a pintar hacía bastante aire y ya era tarde, así que nada de imprimación esta vez en los Trasgos ni en los Reyes Trasgos. A ver cómo queda...

Y las peanas ya las he pegado y dado la capa base a la parte que va a ser piedra, una sí que la he avanzado más y creo que van a valer así. 


2025 TRASGOS 004


2025 REY TRASGOS 005


jueves, 9 de enero de 2025

MARCADORES Y PEQUEÑA ESCENOGRAFÍA

Ha habido movimiento en El Desafío Escenografía, y parece que la gente va a participar con elementos pequeños, marcadores, así que he mirado lo que tengo por ahí y he sacado tres pozos, tres espantapájaros y dos almiares de paja, voy a empezar con eso a ver si voy pintando cositas, que tengo mucho guardado... 


EL DESAFIO ESCENOGRAFIA ENERO-FEBRERO 2025 001


martes, 7 de enero de 2025

FAMILIA DE LORD HOMOERÓTICUS

Las primas Helena y Jenny y la tía Gladys Storba, la familia de Lord Homoeróticus que ya está en el Páramo, faltan por llegar todavía más primas. 


PUNKA 0340. PANDILLERAS. GLADYS HELENA JENNY



LLEGA JENNY AL PÁRAMO

Pues sí, anoche dejé lista a esta prima de Lord Homoeróticus, la segunda que llega al Páramo tras Helena, de la que también es prima. 


PUNKA 0339. JENNY



sábado, 4 de enero de 2025

CROMOS EL DESAFÍO DICIEMBRE 2024

Recién acabados aquí están los últimos cromos del 2024 de El Desafío. La verdad es que no sé si seguir haciéndolos para el nuevo año, pero el número 25 me gusta muchísimo... algo habrá que hacer. 


12 AKOMACHI


12 CRUELLO DVILLE


12 DEYFRUS


12 FEÄN0R


12 KARAVATIS


12 PABLOELBRAVO


12 SANTY_ELTHARION


12 ZIRUKEY


jueves, 2 de enero de 2025

PREPARANDO MI PRIMERA COMPAÑÍA PARA LOS CONCUROS DE LGDA 2025

Ayer, último día de 2024 preparé lo que va a ser mi primera participación en El Desafío 2025 y demás concursos. 

He mirado lo que tenía por ahí, y encima de la mesa de pintar tenía dos Reyes de los Trasgos, así que he buscado el tercero en la caja de los blisters y lo he montado, pintaré Trasgos, y claro, hay que acompañarlos de tropa, así que he cogido los que me imprimó Moya y  he sacado ocho. La verdad es que no he quedado satisfecho esta vez con la impresión, para mi gusto son demasiado pequeños, pero bueno, tiene que haber de todo en La Ciudad de los Trasgos, no todos van a ser grandotes... 


2025 TRASGOS 001


2025 TRASGOS 002


2025 REY TRASGOS 001


LA FLECHA OSCURA. TRASFONDO DE DICIEMBRE

La Flecha Oscura

La neblina de la mañana cubría el suelo como una manta de sombras, mientras los ecos de la guerra retumbaban a lo lejos. En las montañas que formaban la frontera entre Mordor y las tierras desoladas del este, un grupo de orcos se encontraba en silencio, observando el horizonte. Su líder, Khulong, un orco de piel verdosa y mirada penetrante, les observaba con atención, sabía perfectamente el estado de su compañía, cansados tras una dura noche en la que habían sido masacrados por los humanos, pero ahora tocaba venganza, y la se la iba a tomar ya. 

Habían escuchado una avanzadilla que salía de la ciudad humana, y se estaban adentrando en el bosque, así que allí estaban ellos, escondidos y preparados para asaltarlos y eliminarlos.

Khulong no era como los demás orcos. Mientras la mayoría de su especie se destacaba por su brutalidad y tamaño, él sobresalía por su destreza con el arco y su astucia en el combate. Además su origen era un misterio para los otros orcos, y su físico hacía que algunos hablaran que era un orco de Moria, de las profundidades oscuras donde los orcos y enanos se habían enfrentado en el pasado, si bien tenía un tamaño mucho mayor a los otros orcos de Moria que habían llegado a esta zona. Sin embargo para su tropa el origen de Khulong importaba poco. Lo único que sabían era que su flecha nunca fallaba y sabía cómo conseguir la victoria, además de poner pies en polvorosa cuando era necesario, como la noche anterior, de no haber sido por su orden de replegarse todos arderían en las piras de fuego que habían hecho a la madrugada los Hombres de Gondor.


PLANTILLA PRESENTACIÓN COMPAÑÍA



El sol estaba por ascender cuando Khulong alzó la mano, señalando a su banda que se preparara. Los orcos, todos expertos en el uso del arco largo, se agacharon rápidamente en la maleza, camuflándose entre los arbustos y las rocas. Cada uno ajustó su flecha, y la tensión creció en el aire. Sabían que el enemigo estaba cerca. Eran cuatro los orcos que acompañaban aún a Khulong, el resto del grupo al que fueron escoltando había perecido la noche anterior.

-          ¿Cuántos pueden ser?- gruñó Kragh, un orco con cicatrices profundas en el rostro, que usaba un casco metálico con un mechó de pelo de wargo gris en la coronilla, un gran arquero, mientras observaba a través de un hueco entre las rocas.

-          Tres o cuatro tal vez- , respondió Gruk, sin apartar los ojos del horizonte. "Y están distraídos. No saben que estamos aquí."

-          ¿Atacamos ya Khulong?- preguntó Gruk, que era conocido por su impaciencia y su amor por la violencia, además de por su puntería, se puede decir que tras Khulong era el mejor arquero del grupo.

Khulong no respondió de inmediato. Su mente trabajaba a una velocidad inhumana, calculando cada detalle, cada ángulo, cada posible resultado. Finalmente, habló con voz grave:

 -          Un momento, no estoy seguro del todo. Esperemos un poco más, quiero verles la cara antes de atacarles.- Contestó sin pestañear, estaba escudriñando la espesura del bosque para verlos.

-          Tranquilos, son nuestros.- Dijo poco después. – Son tres orcos, deben haberse escondido muy bien para seguir vivos.

En efecto, momentos después tres orcos con cara de muy cansados llegaban a la zona donde estaban emboscados los arqueros, un estrechamiento en el sendero que obligaba a todo caminante a rodear una gran piedra, impidiendo la visibilidad tras ella, ahí es donde estaban colocados todos para el ataque.

-                  Bienvenidos, subid con nostros.- Dijo Khulong poniéndose a la vista para evitar que los caminantes salieran huyendo.

-                  Gracias.- Dijo el que portaba una espada y un escudo. Vestía con ropa roja y llevaba un casco de cuero con adornos plateados.- Soy Juorg, y estos Bröng y Hozzog.- siguió mientras un orco de cara verde y rechoncha asentía cuando nombró al primero, y otro con casco de pinchos y escudo de madera decorado con el Ojo de Sauron cuando dijo el segundo. Ambos llevaban lanzas, y los tres parecían haber salido de un verdadero infierno.

PLANTILLA PRESENTACIÓN COMPAÑÍA 2


Tras las presentaciones, los tres recién llegados les dijeron que los estaban siguiendo un grupo reducido de humanos, les llevaban una ventaja de unos minutos, a lo que Khulong respondió que los atacarían, ya que habían dicho que eran como ocho o nueve solamente, así que volvieron a colocarse en posición de sorpresa, ahora con tres efectivos más, que se escondieron en el recodo que hacía luego el sendero al girar tras la piedra, un lugar más efectivo para atacar cuerpo a cuerpo.

Pronto comenzaron a escuchar pasos y algunos susurros a lo lejos, todos se apresuraron a tensar sus arcos con las las flechas de emplumado rojo y negro listas para disparar, a la señal de Khulong, claro.

Por fin los Hombres de Gondor llegaron al recodo, iban en silencio, en fila, con el que parecía el líder en segundo lugar, Khulong lo miró y comprobó que lo más sensato sería acabar primero con ese para crear más caos, y que el resto fuese a por los demás, eran unos ocho, si bien no se veía del todo la fila, pero no muchos más.

Esperó a que se acabara la fila, bien son 9, y entonces comenzó el ataque sorpresa.

La flecha de Khulong cruzó el aire, y en un destello de luz, alcanzó al líder de los exploradores, quien cayó al suelo sin un sonido. El grupo de Gondor reaccionó en segundos, pero ya era demasiado tarde. Las flechas orcas llovieron sobre ellos, atravesando carne y armadura con la misma facilidad con la que un cuchillo corta la tela. En apenas unos segundos habían caído cinco de los nueve, y los otros cuatro se miraban sin saber qué hacer, en ese momento los tres recién llegados salieron de su escondite para acabar con esos tres indecisos. El caos se desató rápidamente. Los orcos, con su incomparable destreza, se deslizaban entre las rocas y los árboles, disparando sin cesar. Khulong estaba en el centro de todo, como un espectro, dirigiendo el ataque con precisión mortal.

Juorg, que había estado esperando su oportunidad, corrió hacia uno de los enemigos, un joven explorador que intentaba escapar. El orco lo alcanzó en pocos segundos, lo derribó con un golpe brutal y le clavó su espada en el corazón. Mientras la sangre brotaba, el orco sonrió, disfrutando del trabajo sucio que siempre le había gustado.

 Cuando el último explorador de Gondor cayó al suelo, el bosque quedó en un silencio sepulcral, roto solo por el eco distante de los gritos ahogados que ya se desvanecían. Khulong avanzó hacia el cuerpo del líder caído, inspeccionándolo con cuidado. Su flecha se había incrustado justo entre las placas de la armadura, atravesando el corazón con una precisión quirúrgica. No pudo evitar sentir un destello de orgullo, aunque efímero.

-                  Buen disparo.-, murmuró Juorg mientras limpiaba la sangre de su propia daga.
-          Siempre lo es.-, respondió Khulong sin emoción, arrancando la flecha del cadáver. Observó el filo ennegrecido por el veneno que cubría cada una de sus flechas.- El veneno hizo su trabajo antes de que llegara el dolor. No sufrió mucho. Una lástima para él.

Juorg, que todavía lamía la hoja de su daga con un retorcido deleite, soltó una carcajada. -     Demasiado rápido para mi gusto. Me gusta verlos retorcerse un poco más, sobre todo tras lo de anoche.

Khulong no respondió. Había una diferencia fundamental entre él y el resto, una que, aunque tácita, era imposible de ignorar. Mientras que Juorg y muchos otros orcos se deleitaban en la crueldad por placer, Khulong veía la violencia como un medio para un fin. La muerte era eficiente; no necesitaba adornos innecesarios.

-                  Recuperen las flechas y desháganse de los cuerpos, escóndanlos lejos del sendero, cuanto más tarden en darse cuenta que falta la avanzadilla, mejor para nosotros.- ordenó Khulong y sentenció con un sombrío:- No debemos dejar rastros.

Los orcos obedecieron rápidamente, moviéndose como una máquina bien aceitada. Cada uno sabía exactamente qué hacer: arrancar las flechas de los cadáveres, borrar las huellas en el suelo, y llevar los cuerpos hacia una grieta cercana donde quedarían ocultos.

Mientras trabajaban, Khulong se acercó a una roca que daba vista al valle más allá. Desde allí, podía ver el camino que los exploradores habían estado recorriendo. Era un camino poco transitado, un atajo que conectaba las fronteras de Gondor con las tierras desoladas. Una ruta peligrosa, pero necesaria para aquellos que buscaban moverse rápidamente. Seguramente sabían que algunos orcos habían escapado de la matanza del día anterior, y ahora se dedicaban a cazarlos como animales, pues estos nueve ya no cazarían más, pensó.