CHOZA DUNLENDINA

Por fin vuelvo a coger el hobby, más que nada porque después de las Hispania me he animado a volver a hacer cosillas, y aprovechando que ahora estoy de vacaciones de navidad, voy a ver si me pinto unas cuantas cosas y juego alguna partida con Capitanmanu...

Pues nada, hoy vengo con un proyecto al menos singular, hasta ahora no había intentado nada parecido (a excepción de la casita del año pasado), pero no era de este estilo ni mucho menos.

Todo comenzó en las Hispania, y es que me quedé prendado de una Barraca Moldovana de Surus Creations, y que tras intentar rebajar el precio la cosa no bajó de 25 euros, así que me dije, pues nada, intentaré hacerme yo una, y hace tres días me puse un ratito, ayer otro  y hoy toro más, al final ya lo tengo todo bastante avanzado, y mañana me gustaría meterle mano a los frentes y acabar definitivamente los tejados.

Bueno, el material usado es muy fácil de encontrar y súper barato: Cortezas de pino, cola blanca, ladrillitos de uno de esos coleccionables para hacer casas (la entrega número uno, por supuesto, una bolsita de ladrillitos por 1 euro), un poco de corcho para la chimenea y la ventana, papel higiénico, cartón, cúter, pinceles y cinta de pintor.

Bien, primero hice la estructura con el cartón y pegada con cinta de pintor para que cogiese la forma, a dos aguas y los faldones del tejado hasta la base. Luego con el cúter estuve cortando trozos de corteza de pino para conseguir la medida que quería. Tras eso a pegarlos con cola blanca sobre los faldones, con cuidado de no poner demasiada. Comencé de abajo hacia arriba para ir subiéndolos y que quedase bien.

A media altura hice con el corcho blanco (también vale el poliestireno expandido) una forma para la ventana, y otra para la chimenea. El trozo de la ventana lo forré con cola blanca mezclada con agua y le puse papel higiénico a todo, cuando lo pinte parecerá que está encalado, o eso espero. Y el lado de la chimenea lo fui rodeando con los ladrillitos.

Y poco más por ahora, cuando pegué las cosas en su sitio seguí con los trozos de corteza de pino y culminé con una fila arriba a modo de cumbrera.

Todavía queda mucho trabajo, pero se va viendo cómo va a quedar, y la verdad es que me gusta, a ver si le doy un pintado bueno.

Espero mañana darle otro empujoncito y acabar los frontales, o por lo menos dejarlos planteados.